- Anestesia local.
- La duración dependerá de la lesión a extirpar.
- Cirugía ambulatoria.
- Recuperación entre 7 – 10 días.
Extirpación lesiones
cutáneas y cicatrices
Las lesiones cutáneas son lesiones benignas o malignas que afectan a la piel, en cualquier localización.
Frecuentemente son intervenciones menores que se realizan de manera ambulatorias (es decir, en la propia consulta con anestesia local y el paciente se va a casa al terminar la intervención por su propio pie).
Las zonas en las que más se interviene son la cara, la espalda, los brazos, manos y el tórax.
Dentro de las lesiones benignas, las más frecuentes son los nevus (lunares), quistes sebáceos, lipomas (se encuentran realmente bajo la piel), xantelasmas, papilomas, cicatrices ensanchadas, hipertróficas, queloides y pequeñas anomalías congénitas como las que se presentan en orejas, párpados, mamas…
Las lesiones malignas que con más frecuencia se intervienen son: carcinomas basocelulares, carcinomas espinocelulares, melanomas…
¿EN QUÉ CONSISTE LA TÉCNICA?
En las lesiones benignas se elimina la lesión quirúrgicamente y se cierra directamente la herida con una sutura (puntos).
La sutura se realizará con la técnica más apropiada en cada caso para obtener los mejores resultados estéticos. Se le dará las pautas correspondientes para el cuidado de la cicatriz, y será citado de nuevo para la retirada de puntos.
En lesiones malignas, los márgenes de resección son más amplios y en ocasiones se tienen que realizar injertos cutáneos (tomar piel de otra zona sana y trasladarla a la zona operada) o colgajos locales (usar piel de zonas próximas a la lesión extirpada) para reparar los defectos que puedan resultar al haber hecho una cirugía más extensa.
En la mayoría de los casos, se manda a analizar la muestra extirpada.
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